Con la mirada fija en lo posible, un niño se enfrenta al horizonte con el corazón encendido de sueños. Frente a él, un reflejo: su propio deseo proyectado, multiplicado, elevándose más allá del momento. Detrás, una avioneta y un globo aerostático surcan el cielo, como testigos silenciosos de su anhelo de volar.
Horizontes Infinitos es una celebración de la imaginación, de esa etapa en la que el cielo no es un límite, sino un punto de partida. El niño no vuela todavía, pero va más allá, en su mente, en su espíritu y en esa parte del alma que no conoce fronteras ni miedos.
Esta obra nos habla del impulso de soñar en grande, de mirar hacia arriba con la certeza de que todo lo que parece lejano, en realidad está a un pensamiento de distancia.
Nos recuerda que hubo un momento en el que creíamos que todo era posible… y que ese momento aún vive dentro de nosotros!