«Minas del Rey Salomón» es una obra que, como un antiguo tesoro visual, nos transporta a un mundo de misterio y contemplación. El maestro Pedro Friedeberg, con su magistral dominio del arte gráfico sobre hoja de oro, nos invita a descubrir un patrón geométrico que emerge entrelazado, un juego de cuadrados dentro de otros cuadrados, como si fueran puertas hacia lo inexplorado, capas que se despliegan a medida que miramos más allá.
El resplandor del oro en el fondo de la obra, con su luz suave y etérea, se combina con la precisión de los trazos geométricos, creando una sensación de profundidad infinita. Las formas se repiten y se intercalan, llevando al espectador a un viaje visual que parece no tener fin, como si cada capa nos acercara más al núcleo de un conocimiento antiguo y sagrado, guardado en el corazón de la creación misma.
El patrón que Friedeberg presenta no solo es un ejercicio visual, sino una invitación a la reflexión. La obra nos habla de la riqueza, no solo material, sino espiritual, que yace en las capas más profundas del ser. Cada figura geométrica, cada intersección, es un reflejo de la conexión entre el todo y sus partes, entre lo que vemos y lo que no podemos tocar, pero sentimos en lo más profundo.
A través de «Minas del Rey Salomón», Friedeberg nos ofrece un portal hacia lo sublime, donde lo abstracto y lo tangible se fusionan, creando una obra que trasciende el tiempo y el espacio.
Sumérgete en el resplandor de esta obra única y déjate guiar por los secretos que se ocultan en las minas del rey Salomón